martes, 30 de noviembre de 2010

¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE LOS LIBROS DE TEXTO?

JAUME MARTÍNEZ BONAFÉ (Universidad de Valencia)


A continuación, vamos a hacer una reflexión sobre una conferencia de las jornadas “Los libros de texto, a examen” de Jaume Martínez Bonafé, que tuvo lugar el pasado miércoles 24 de noviembre en el Aula Magna de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales de la UJI.

En primer lugar, destacar que el tema de los libros de texto no es un tema que en la actualidad suene como novedoso, esto es debido a que ya se ha hablado mucho sobre el tema pero parece ser que no lo suficiente como para ver resultados positivos sobre la decaída de la omnipresencia de los libros de texto en el aula.

Desde una visión crítica, los libros de texto son un recurso para la enseñanza. Pero debemos tener en cuenta que detrás de cualquier libro de texto hay una pedagogía, una teoría del docente y de su formación.

Según Martínez Bonafé, el libro de texto concreta:

a)      Una teoría pedagógica y las concreciones curriculares y didácticas de esta teoría.
b)      Una correspondiente teoría del trabajo docente, de la formación y el conocimiento del docente.
c)      Un discurso, una forma de poner en relación lenguajes y prácticas institucionales, que naturalicen las percepciones ideologizadas de la experiencia social de la enseñanza.
d)      Hay un gran negocio territorial.

Asimismo, Martínez Bonafé asegura que el libro de texto es el catecismo de la pedagogía escolástica. En este modelo de catequesis es necesario un recurso que compendie el resumen de lo importante, a menudo en forma de preguntas y respuestas.

Por consiguiente, nos planteamos una pregunta ¿Cuál es el currículum que hay detrás de un libro de texto?, cuya respuesta da lugar a dos matices importantes de la forma de enfocar la educación en nuestro país:
-          Hay una selección de la cultura, ya que mediante esta selección se distribuyen los conocimientos por asignaturas.
-          El maestro no controla ni los procesos, ni los productos, ni los medios de comunicación.

En consecuencia, la cultura que aprenden los niños en las escuelas se ve limitada con los libros de texto puesto que existe una separación entre la experiencia del sujeto (discente) con las propuestas académicas recogidas en el currículum.

En general, los niños se ven obligados a aprender lo que el maestro debe enseñar según el currículum, pero debemos tener presente que la ciudad no se puede pensar separada de la escuela y que, por lo tanto, los niños también tienen preferencias a la hora de estudiar. Para ellos es más significativo estudiar lo que les rodea día a día; y como muchos de estos contenidos no los recoge dicho currículum, debemos actuar de alguna forma para hacer que esta realidad vaya cambiando. En conclusión, debemos evitar la separación entre la vida social y cultural y la escuela.



En lo referente al artículo de Jordi Adell (UJI) “El futuro de los libros de texto, me gustaría destacar la reflexión sobre el tema de que los libros harán la misma función si solamente cambiamos su formato, es decir, si los convertimos en libros electrónicos. Por ello, debemos tener claro que lo importante es que su origen esté en la red, y así poder convertir ese libro de imprenta o de soporte digital con solo texto e imagen estática, en un espacio en el que se establezca una comunicación entre autores y lectores.

Por otro lado, tener presente que hoy en día tenemos a nuestro alcance un montón de herramientas a las cuales las denominamos como las nuevas tecnologías. Mediante el uso de éstas, podemos expresarnos produciendo la información, compartiéndola y difundiéndola por internet. Tenemos que estar al día en lo referente a las nuevas tecnologías porque nos servirá de mucha ayuda en nuestra futura labor como docentes. Tener internet en nuestros ordenadores o, todavía mejor, en nuestros portátiles, es una ventaja que nos permite comunicarnos con todo el mundo y colaborar con los demás docentes para la elaboración de actividades empleadas para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ello, cada día son más los docentes que se unen unos con otros para compartir información, recursos didácticos, opiniones, críticas, enlaces que puedan ser útiles…en blogger, twitter y en otras herramientas gratuitas que se pueden encontrar por internet. Esto quiere decir que muchos docentes están dispuestos a cambiar la metodología que han seguido hasta el momento, con la intención de mejorar los resultados que se obtienen tanto a nivel laboral y profesional como a nivel personal.



En cuanto al artículo Carta a los editores de los libros de texto de Jordi Adell, decir que es espeluznante la cifra de 900 millones de euros que recaudaron las editoriales con los libros de texto que se pagan de todos nuestros bolsillos.

Si hacemos una comparación entre la utilidad que tiene el libro de texto  y la utilidad que tiene la Internet, gana en todos los aspectos la segunda opción. Es cierto que se puede encontrar información de todo tipo pero para ello están los docentes, quienes desde abajo, ya están utilizando los materiales de enseñanza que mejor les van para que sus alumnos aprendan lo que de verdad quieren aprender y la forma mediante la cual prefieren aprenderlo.

En definitiva, los libros de texto, ya sean los de toda la vida o en formato digital, no garantizan el aprendizaje de los alumnos, y mucho menos la libertad y las posibilidades de llegar por diversos trayectos a unas conclusiones propias. El docente es quien debe cambiar la metodología que siguen los libros de texto, ya que si los profesores no depositan el reconocimiento y la confianza de su labor en ellos mismos, no podrán hacer realidad la necesaria investigación en educación por parte de los docentes.

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